Propuesta de rediseño para la tarjeta gráfica insignia de NVIDIA. El proyecto explora una nueva dirección estética centrada en la eficiencia térmica, la pureza formal y la integración arquitectónica del hardware. La carcasa presenta un diseño monolítico de aluminio anodizado, con líneas limpias y ventilación oculta, evocando la precisión industrial y la potencia silenciosa de la nueva generación Blackwell Architecture.